No es el primer libro de Patrick Rothfuss que leo. De hecho, ya me enamoré de su prosa y su mundo con los dos primeros libros de la trilogía Crónica del Asesino de Reyes, constituida por El Nombre del Viento y El Temor de un Hombre Sabio.
Después de llevar esperando tres años ya a la publicación del tercero, oí la noticia de otra publicación, la de La Música del Silencio. Saltaba a la vista que no era la continuación de la saga, ni mucho menos. Pero a pesar de que prometía ser muy diferente —así lo avisa el propio Patrick en la nota de autor— no pude evitar sentirme curiosa ante la misma. Y no me ha decepcionado en ningún sentido.
Auri es un personaje que ya nos había sido presentado a los lectores de El Temor de un Hombre Sabio. Es una chica muy especial, algo extraña también. Vive en lo que ella denomina el "Submundo"; el entramado de tuberías y salas abandonadas que descansan bajo el suelo de la Universidad. Allí ella se rige por normas desconocidas para los habitantes del exterior. El único que ha logrado de alguna forma acercarse a ella es Kvothe ('cuouz'), y cuando sabe de su inminente llegada, decide que debe encontrar algo que compartir con él, un regalo adecuado.
Y eso es lo que se narra en La Música del Silencio; es un vistazo al mundo de Auri, a su forma de vida, y a su modo de ver el mundo.
Después de llevar esperando tres años ya a la publicación del tercero, oí la noticia de otra publicación, la de La Música del Silencio. Saltaba a la vista que no era la continuación de la saga, ni mucho menos. Pero a pesar de que prometía ser muy diferente —así lo avisa el propio Patrick en la nota de autor— no pude evitar sentirme curiosa ante la misma. Y no me ha decepcionado en ningún sentido.
Auri es un personaje que ya nos había sido presentado a los lectores de El Temor de un Hombre Sabio. Es una chica muy especial, algo extraña también. Vive en lo que ella denomina el "Submundo"; el entramado de tuberías y salas abandonadas que descansan bajo el suelo de la Universidad. Allí ella se rige por normas desconocidas para los habitantes del exterior. El único que ha logrado de alguna forma acercarse a ella es Kvothe ('cuouz'), y cuando sabe de su inminente llegada, decide que debe encontrar algo que compartir con él, un regalo adecuado.
Y eso es lo que se narra en La Música del Silencio; es un vistazo al mundo de Auri, a su forma de vida, y a su modo de ver el mundo.